FEDDF
Siguiendo con la serie de artículos con los que queremos acercar un poco más el mundo del deporte adaptado al público en general hoy dedicaremos este espacio a la Boccia. Deporte paralímpico, similar a otros juegos como el curling, los tejos, la bola canaria o la muy conocida petanca, la boccia es un juego de estrategia y precisión que basa su ejecución, como muchos otros deportes, en las cualidades técnicas, tácticas y físicas de los deportistas que la practican.
Originario de la Antigua Grecia y recuperado en los años 70 por los países nórdicos e Inglaterra con el fin de adaptarlo a las personas con discapacidades fue un deporte inicialmente dirigido a las personas con parálisis cerebral, pero a partir del año 1996 se abrió a personas con gran discapacidad física (tetraplejias y enfermedades degenerativas como la ataxia, la distrofia, la atetosis, …), facilitando así la posibilidad de acceder a la práctica deportiva a estas personas. La dinámica de juego, como ya hemos mencionado tiene ciertas similitudes con otros juegos que consisten en lograr acercar lo máximo posible tus bolas a otra bola denominada diana y de color blanco e intentar separar la de tus contrarios de esta bola diana.
Para ello dispondremos de un campo de juego (12’5 X 6 metros) en una superficie plana y lisa que permita el correr de las bolas. En uno de los extremos de este rectángulo de juego se marcarán 6 espacios para la colocación de los jugadores. Estos espacios tendrán una anchura de 1 metro y 2’5 metros de largo. Los lugares marcados 1, 3 y 5 serán para los jugadores locales y los marcados 2,4 y 6 lo serán para los visitantes. Existe una zona de exclusión donde la bola diana blanca no puede caer. Esta zona la marca una línea en forma de “V” cuyo vértice está situado a 1 metro de la zona de colocación de los lanzadores y cuyos brazos terminan a 3 metros de esa misma línea de finalización de la zona de lanzamiento. Finalmente, un punto situado a 3 metros de los laterales y a 5 metros de la línea de fondo marca el lugar donde colocaremos de nuevo la bola blanca en caso de se saliera fuera del campo o se jugase un parcial extra.
El material necesario para el juego será el compuesto por 13 bolas (6 de color rojo, 6 de color azul y la bola diana blanca. Cada deportista puede jugar con su propio juego de bolas, acomodado sus características a sus peculiaridades funcionales y al grado de afección de su discapacidad.
Comienza el juego, tras la elección del color de las bolas de juego por parte de los participantes (elección que se hace lanzando una moneda al aire y eligiendo el color rojo quien lance en primer lugar) con el lanzamiento de la bola diana blanca por parte de uno de los deportistas, a este mismo deportista es al que le corresponde “abrir fuego” lanzando a continuación la bola de juego, seguidamente lo hará un lanzador del equipo contrario (bola azul). A partir de aquí lanzará el deportista o equipo que más lejos tenga su(s) bola(s) de la bola diana blanca (es decir quien vaya “perdiendo”) y así continuará este procedimiento hasta que todos los participantes hayan lanzados sus bolas. Para saber qué color ha de lanzar el árbitro principal del encuentro mostrará con una paleta (que luce un color en cada cara) que color es el que debe tirar a continuación.
El lanzador que deje la bola de color más cercana de la bola diana blanca anotará un punto por cada una de las bolas que se encuentren más cercanas a la blanca que la más próxima de las del contrario. Al finalizar los parciales, los puntos obtenidos en cada uno de ellos se sumarán, siendo ganador el que más puntos haya sumado.
En el caso de obtenerse la misma puntuación, se juega un parcial de “desempate”. En el conjunto de partidos, los puntos anotados en el desempate no contarán en el marcador del jugador en ese partido; sino que servirán únicamente para determinar el ganador. Como en cualquier deporte existen penalizaciones marcadas por el reglamento y en algún momento de un encuentro el espectador se puede encontrar algo perdido, pero rápidamente se vuelve a coger el hilo de la competición y se disfruta de ella como de cualquier otra.
Como es natural, y así lo hemos señalado en anteriores artículos, los deportistas se agrupan por clases o categorías, atendiendo a su movilidad y características funcionales. Todos ellos lanzan las bolas con las manos o los pies, exceptuando a los correspondientes a los pertenecientes a la clase con mayor grado de discapacidad que juegan con la ayuda de una canaleta colocada y movida por un auxiliar que en estos casos funciona como las manos del deportista que dirige la ubicación de la canaleta hasta el punto que considera idóneo para el lanzamiento de la bola.
Existen pruebas individuales, por parejas y de equipos, siendo un deporte mixto en el que los hombres y las mujeres compiten entre sí.
Existen 4 clases funcionales de juego que son:
BC1: Juegan con la mano (o pie), suelen tener problemas a la hora de coger y lanzar la bola, con dificultades en la coordinación general y la fuerza de lanzamiento. Dichos jugadores pueden ser asistidos por un Auxiliar en tareas como; ajustar o estabilizar la silla de ruedas del/la jugador/a, darle una bola y redondearla. Todas estas tareas se harán siempre previa petición del/la deportista.
BC2: Juegan con la mano, aunque con menos dificultades motrices que los deportistas BC1. Los jugadores no pueden ser asistidos por ningún auxiliar.
BC3: Personas con una fuerte disfunción locomotriz en las cuatro extremidades de origen cerebral o no-cerebral (degenerativas, tetraplejias…), con dificultades para sostener, agarrar o lanzar la bola. Necesitan un/a Auxiliar, que se mantendrá de espaldas al juego y que atenderá única y exclusivamente a las indicaciones del/la jugador/a. Estos deportistas también utilizan material auxiliar para el lanzamiento de la bola del tipo de una canaleta o rampa.
BC4: Jugadores con disfunción locomotriz severa de las cuatro extremidades, combinada con un pobre control dinámico del tronco, de origen no cerebral o cerebral degenerativo. El/la jugador/a deberá demostrar destreza suficiente para manipular y lanzar la bola al terreno de juego, aunque mostrará dificultades a la hora de sostener y lanzar la bola, combinada con poca coordinación a la hora de llevar a cabo dicho movimiento. No podrán ser ayudados por ningún auxiliar.
La federación internacional ha comenzado a poner de manifiesto su intención, aún no sabemos si para el año próximo o tras los juegos de Rio, de introducir una nueva clase funcional en la que compitan personas con discapacidad que se encuentren en los límites de las clases existentes, esta nueva clase (de la que aún se están conformando los parámetros) sería la denominada BC5. En ella encontraríamos con una categoría de competición con un perfil funcional donde la afectación es menor que la categoría BC2 (PC) o BC4 (no PC). En el primer caso (PC) entraría un perfil básicamente con un mayor control de tronco, hombros y codos y la posibilidad de incluir deportistas usuarios de silla de ruedas con ataxia. En el caso de los perfiles no PC, se hace énfasis en el balance muscular, con perfiles que puedan llegar a un nivel de fuerza 4/5 de la escala de Daniels, es decir personas con esclerosis, funcionalidad alta, discapacidades de origen neurológico degenerativo, …
Así estos deportistas pueden jugar encuentros encuadrados en las categorías: Individual BC1, Individual BC2, Individual BC3 e Individual BC4. Parejas BC3 y Parejas BC4. Equipos (para jugadores BC1 y BC2) con tres deportistas en pista de los cuales, al menos uno deberá ser BC1.
En los encuentros individuales un partido constará de 4 parciales excepto en el caso de producirse un empate. Cada jugador inicia dos de los parciales controlando la bola diana blanca alternando esta función entre los jugadores. Cada jugador recibe 6 bolas de color.
En la competición por parejas, un partido estará compuesto por 4 parciales excepto en aquellos casos en que se produce un empate. Cada jugador inicia un parcial con la bola blanca. Cada jugador recibe 3 bolas de color.
En los encuentros por equipos un partido estará compuesto por 6 parciales, excepto en el caso de empate. Cada jugador iniciará un parcial lanzando la bola blanca. Cada jugador recibirá dos bolas y el capitán de cada equipo selecciona al jugador más indicado para lanzar en cada momento.